3.778K corridos, 462 días viajando
Cuando terminé el camino Licio, decidí cogerme un bus a Antalya para recoger la mochila, y directamente coger otro bus dirección Canakkale: la costa noroeste del país. Me había envalentonado con ésto del tiempo, ¡pero no sabía lo que me esperaría por allí!
Canakkale es una ciudad costera divertida, con un paseo peatonal de lo más concurrido, dónde la gente además de deambular, come por la calle (yo me apreté incluso el manjar típico: bocata de sardinas ¡rebozadas!). Además, cuenta con un ferry que te lleva (por el módico precio de 4TRL) a la parte de enfrente, Kilitbahir, que tiene un castillo para visitar. Pero si yo me crucé en un par de ocasiones el estrecho fue porque además, los alrededores son fantásticos para correr: pistas entre naturaleza y con las vistas de Canakkale y el mar de fondo. Me resultó tan agradable la estancia allí, entre el ambiente y los paisajes, que incluso amplié un día para seguir mi camino rumbo a Bandirma. Bueno, y también ayudó mucho que por esas fechas me contactaron de Antena 3 y me hicieron un reportaje que salió en las noticias. ¡Guauuuuu me estoy haciendo famosa!
Bandirma fue otra película completamente diferente. Nada más llegar, hacía un frío que pelaba. Al verme un señor trajedado de unos 60 años buscando alojamiento, intentó ayudarme a negociar el precio de un hotel (sin éxito), con lo que me ofreció dormir en su casa. Yo acepté a acompañarla, a sabiendas que por aquí es bastante habitual. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al llegar a su apartamento, ví ¡que tenía una sola cama, de unos 80cm! Claro, yo le expliqué que necesitaba una cama para mí, y él me dijo que no me iba a tocar por la noche y que me dejaba quedarme gratis. Yo creo que el tipo no tenía mala intención, porque me acompañó a seguir buscando dónde hospedarme, y al final me encontró una pensión barata, pero que te ofrezcan un sitio en el que tienes que compartir cama es ¡al menos sospechoso!
Por allí corrí mis 15K entre escombros y con tan mal cuerpo debido a la temperatura que, cuando terminé mi rutina y pedí una corva para merendar (una sopa), el tío del bar me hizo que me sentara y me dió un té (de la mala cara que traía). Pero esque por allí se me juntó todo: mi querida tía Ana, que estaba en el hospital para recibir un tratamiento, tuvo una complicación y colapsó. Ahora toca esperar 48h a ver si la desentuban y es capaz de respirar por su cuenta. ¡Anita acuérdate de respirar!
Ánimo Clara! Sigue tu sueño y haciéndonos viajar a nosotros en estos…Tiempos
Gracias 🙂
Muchos ánimos!!!!
Graciassss