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De Bandirma quería desplazarme a Safranbuolu, para empezar la zona Este de Turkey. Para ello tenía que coger un bus de unas 2h hacia Bursa y de ahí otro de unas 6h que me dejaría en el sito esperado. Pero aunque llegué, me fui nada más poner un pie por allí.
Si te acuerdas de Winter is coming :S, estaba pasando un momento complicado porque mi tía Ana estaba luchando por sobrevivir en Madrid. Pero, desgraciadamente no lo consiguió: falleció el mismo día que yo estaba de periplo en bus. Después de unas horas de carretera reflexionando sobre qué hacer, decidí cambiar mis planes: anticipar mi marcha hacia América y por tanto, pasarme lo antes posible por España: sentí que quería estar en esos momentos con mi gente.
Asique empecé mi vuelta tan pronto me fué posible: tomando un bus nocturno hacia Estambul. Básicamente pasé ese día de mi vida entre buses, en los que acumulé bollitos que me iban dando en la mochila (tenía el estómago absolutamente cerrado), y en el que mi dieta fue básicamente tés y cafés (invitaciones en la mayoría de los casos).
En Estambul (nevado) me esperaba una maratón para hacerme la PCR, buscar billete de avión y probar suerte en los alojamientos. La PCR salió negativa (menos mal), pero aún tenía que pasar una nohe en Estambul para coger el primer vuelo al día siguiente. Como no tenía el cuerpo para muchos hosteles, decidí ir a Panda Residence Deluxe Taksim en el que estuve alojada con mis amigas (puedes verlo en Vuelven mis chicas, esta vez a subir en globo, ¡bieeeeeen!). Allí Gokham me recibió y cuando supo lo que me había pasado, ¡me invitó a la habitación! Pero no solo eso: me cuidó increíble (con sopa a mediodía y birra por la noche incluída). No me canso de recalcar La hospitalidad turca.
Y así acabó mi aventura por Europa. Prefiero acordarme de lo bien que se portó la gente en esos momentos y lo que me estaba gustando el país… ¡Volveré pronto, seguro que antes de lo que espero!