Otro lago y de nuevo costa: Nakuru y Diani

8.070K corridos, 880 días viajando

Tras un breve paso por la capi para esperar a mi primo (le conoces de Providence Home con Rodri), marchamos juntos rumbo a Nakuru. La ciudad, a los pies del lago de su mismo nombre, está al oeste del país. Prometía ser un buen plan de relax y de naturaleza, sobre todo para que Rodri conociera un poco el interior de Kenya.

Por lo pronto, cuando llegamos a Nakuru, Rodri me dio la buena noticia de que iba a intentar correr algo conmigo. Había estado entrenando (para el Kilimanjaro, que se vienen cosas guays) y su récord estaba en correr aproximadamente 5K. El primer día que salimos, ya se marcó sus casi 9K, y tras 3 días corriendo ya me acompañaba sin dificultad para hacer de verdad kilómetros para el mundo: 14K.

Además de carreritas, alguna birra y algún atardecer, por allí vimos un cráter enorme (Menengai Crater, de los sitios más mítico de la zona). Llegamos en un boda-boda (y calentitos, porque era el segundo que cogíamos bajo lo promesa de que sabían dónde estaba el sitio), que se portó genial con nosotros: nos ayudó a regatear el precio de la entrada con los vigilantes y nos guió a dar una vuelta por allí.

De nuevo con RodriDe nuevo con Rodri

Cruzarnos el país rumbo a la costa nos obligó a hacer parada en Nairobi, con visita a un slum incluída, porque resulta que a mi primo se le antojaba impresentable haber estado viviendo en África por casi 9 meses y no haber tenido la oportunidad de husmear un barrio pobre. Pues bien, después de (casi, menos mal) perdernos por un slum de la capi, pillamos el rapidísimo tren a Mombasa.

Yo ya había estado previamente en un slum (no te pierdas La capi de Uganda), pero fue en un free tour (acompañada de un guía). Esta vez, al hacerlo a nuestra bola, pasamos más nervios, aunque o tuvimos ningún atisbo de percance. Los slums son barrios muy pobres, con callejones (si es que se pueden llamar así a los huecos por los que caminas que quedan entre las chabolas) en los que es muy fácil perderse. Hay bastante gente y niños por todas partes, y la basura y los ríos de agua maloliente no faltan. En concreto, en Nairobi, son 2,5M de personas los que viven en barrios de este tipo (un 60% de los habitantes de la capital). ¡Definitivamente, es algo que al menos una vez tienes que ver si vienes a África si quieres conocer cómo vive aquí la mayoría de los cosmopolitas!

Diani BeachDiani Beach

Una vez llegamos a Mombasa, tomamos un matatu a Diani Beach, donde nos esperaban en un resort de super lujo: Blue Marlin Beach Hotel (que, como te has imaginado, conseguí gracias a las colaboraciones, porque aún no cuento con presupuesto para resorts).

Allí se nos pasaron los días rapidísimo a la sombra de palmeras en la tumbona (y corriendo, claro está). Mención especial a los desayunos que nos apretábamos (que nos valían casi como desayuno-comida-cena): fruta, cereales con yogur, huevos de todo tipo con tostadas y pancakes; todo regado con zumo y té. ¡Así sí que se empieza bien el día! Pero llego el momento de decir adiós y marchamos rumbo a Malindi: ¡a continuar aventuras por la costa!

Preparados para correrPreparados para correr

Leave a Comment

Translate »