2.049K corridos, 242 días viajando
Desde Trat conseguimos llegar a Bangkok en bus pasando por Chanthaburi previamente, a dónde llegamos en minivan. Asique por eso (tanto trayecto en bus ya me hartó, ¡hay que ver lo lejos que quedaron los días en India de sleeping bus de más de 17h!) y porque con el Covid-19 los medios de transporte están por aquí mucho más limitados, decidimos una nueva forma de viajar: ¡En bici!
Así que en Bangkok pasamos por Decathlon a hacernos con unas bicis híbridas de 6 marchas (cortesía de Ferran que desde su paso por Trat se hizo rico) y millones de cosas más: tienda de campaña, colchón hinchable, alforjas y demás. El pasarnos por Decathlon supuso una tarea de más de una tarde pero… ¡Hay que ver lo divertido que es cuando se tiene tiempo! ¡Probamos todas las bicis, tiendas, colchones y esterillas varias veces! Casi tan divertido como el plan de pisci y cerves, gracias a Jose y a Sergi (amigos que conocí en Koh Rong Sanloem) que culminó con la importantísima tarea de dejar las mochilas en su casa a buen recaudo.

Cuando comenzamos ruta, Bangkok-Ayutthaya con intención de hacérnosla en un par de días, el primer contratiempo fue nada más salir del hostel: ¡me había dejado el pasaporte y el dinero en la mochila que estaba en casa de Jose! Asique empezábamos bien… Fuimos a su casa: 20K de ida y vuelta más que le metimos a la ruta, más el consiguiente contratiempo horario porque tocó esperar a que nuestro amigo despertara (y no es precisamente madrugador).
Luego ya pedaleamos bastante bien hasta… ¡Que se nos puso a diluviar! Habíamos recorrido 67K desde el comienzo, asique parecía razonable parar. Tuvimos suerte y nos acogieron en un taller-abogado (extraña combinación pero poco importaba con tal que tuvieran un techo), ¡y allí plantamos la tienda! Además de agua, nos prestaron un hinchador ¡menos mal, porque yo, en un alarde de valentía me comprometí en Decathlon a hincharlo todos los días, y no tuve en cuenta que el diámetro de la válvula es parecido al de una galleta María! La estación de servicio de enfrente, además de proporcionarnos servicios haciendo honor a su nombre, tenía puestecitos de comida donde cenamos y desayunamos al día siguiente (a las 6am porque no podíamos más de calor en la tienda).
Desde dónde hicimos noche a Ayutthaya nos quedaban 57K, que hicimos bastante mañananeros (llegamos sobre las 15h) y apaleados por el calor, ¡yo incluso me dormí una siestecita en una de las paradas!
Cuando llegamos, encontramos un hostel bien de precio en el que nos dieron sandía, agua y café, y unas manzanas más tarde… Sospecho que dábamos la sensación de hambrientos. Aprovechamos por allí para ver el night market de la ciudad, hincharnos a zumos y a sushi, y ver alguna que otra ruina (la ciudad es conocida por eso). Por supuesto, corrí mis 15K, para continuar la siguiente jornada dirección Lopburi ¡veremos si en la próxima parada tenemos suerte otra vez de encontrar un sitio tan chulo de visitar!