Machu Picchu (tour del Salkantay)

6.223K corridos, 712 días viajando

Desde Cusco organicé una excursión para ir a ver Machu Picchu, y como iba con Bea (a quién conoces de Con gente en el sur de Perú), me fie de sus recomendaciones acerca del recorrido. Contraté a través de Luan Travel Perú (dónde Juan nos dió un precio buenísimo) un tour de 5 días que transcurría por las montañas (Salkantay) y terminaba en la maravilla del mundo en cuestión.

La aventura empezó con sabor agridulce: nos recogieron a las 4.30am en nuestro hostel y en Cusco diluviaba. Además tenía a medias hecha la migración de mi web a webempresa, y sabía que la cobertura en aquellos lares iba a ser complicadilla… ¡Menos mal que el tiempo al final estuvo genial casi todo el camino y que la atención de los chicos de mi nuevo hosting es una maravilla!

De trekking hacia Machu Picchu

Nos juntamos con el grupo para desayunar a mitad camino de nuestro punto de partida, y empezamos a conocer a los que los días siguientes se convertirían en nuestra familia de viaje: había 4 holandeses (Teddy, Boaz, Ariadna y Louise), 3 francesas (Hana, Margot y Camille), 1 americana (Mackena) y 1 alemana (July). Éramos un grupo súper internacional, y a excepción de Boaz, ¡todo chicas! Además del guía, Orgen, que era peruano (y chico).

El primer día fue de los más ligeros a la hora de caminar, y el tiempo respetó de milagro. Llegamos a la Laguna de Humantay y dormimos en unas cabañas que no estaban nada mal (por lo que habíamos pagado, yo me esperaba tiendas de campaña). ¡Eso sí, con un frío tremendo!

Los días pares (segundo y cuarto) fueron sin duda los más duros, por su altitud el primero (superamos los 4.000msnm) y por su longitud el segundo (yo anoté más de 30K). ¡Pero la comida reconstituyente de Amancio (nuestro cocinero particular) nunca defraudaba! Y si además era coreada como lo hacíamos bajo la batuta de Bea, ¡mejor! ¡Bien por el cocinero, bien, bien, bien, bien, bien!

Con el grupo en el Salkantay

Los paisajes que recorrimos fueron preciosos, sobre todo los que tuvieron al Salkantay de fondo (unas montañas imponentes con nieve en las crestas). Honestamente lo que menos me impresionó fue llegar al Machu Picchu: el día estaba nublado y, a pesar de que las reducciones de gente obligadas por el Covid-19 estaban vigentes, ¡había un montón de turistas! Y para más INRI, a nuestro pobre guía se le perdió la cartera llegando a Aguas Calientes, y nos abandonó un día antes sin coronar la última etapa.

Además, no fue fácil llegar: además de las escaleras y el madrugón, la despedida del grupo después del hito nos dejó un sabor agridulce a todos. Sin embargo, me llevo un recuerdo estupendo tanto del trekking como de la compañía, ¡y no seré yo la que me queje por haber tenido el privilegio de ver una de las maravillas del mundo!

Leave a Comment

Translate »