9.761K corridos, 1.041 días viajando
¡Y llegué a mi destino final, Cape Town! No sin penurias en el viaje (como de costumbre en el país, no te pierdas Norte de SA: desventuras con el transporte): tuve que esperar más de 3h al bus que me llevaría a la city, y después me tocó un bus de 17h. Pero bueno, no me quejo porque lo hice acompañada: ¡Jessica, a quién conocí en un free tour en Johannesburg, también viajaba conmigo!
Cape Town es una ciudad de los pies a la cabeza, que poco tiene que envidiar a los mejores lugares del mundo a nivel de desarrollo: restaurantes de moda, hoteles sofisticados y un paseo marítimo de lo más cuidado. Poco tardé en darme cuenta además del night life por allí: nada más llegar, me tomé una cervecita con Ligia e Isma, que después de ellos haber pasado por Botswana y Namibia y yo por Zimbabwe desde que nos conocimos en Zambia, teníamos mucho que contarnos (lo que hicimos a ritmo de música en directo).
Cape Town
Además de correr de arriba a abajo la ciudad (incluso una carrera de 10K en la que me costó mucho aguantar a las primeras y entré la número 18 en 44.06 minutos), disfruté de dos alojamientos singulares: el primero, un hotel boutique (Cape Diem) en el que entré como invitada y me fui como amiga de los dueños, Daniel y Bianca (pareja de Alemania y SA respectivamente); y del Hyatt Regency Cape Town (unos lujos para terminar el viaje).
Esos días en Cape Town pude disfrutar de una vida urbana y sofisticada: fui a la playa, tomé alguna cervecita que otra (con Daniel, Bianca y sus amigos; y con Jessica que aunque se fue a hacer un tour, volvió inesperadamente) y me pateé de arriba a abajo tanto la city como Table Mountain NP (una montaña que está literalmente en el medio de la ciudad). Me supo muy bien ese tiempo por allí, sobre todo para preparar el regreso a Europa: allí, por los tintes modernos de la ciudad, se me empezó a olvidar que ¡llevaba en África casi un año!
¡Así que tocó volar! Lo hice gracias a KLM, que son una compañía estupenda para viajar. Además de ser muy afín al proyecto (¿KLM para el mundo?), tienen unas políticas de sostenibilidad de lo más interesantes. Y encima, me devolvieron a casa por Navidad 😉
Ahora es hora de primero descansar un tiempito por Madrid y luego preparar el siguiente destino. ¿Adivinas a dónde?
Siempre apoyando a las personas con iniciativa, originales, decididas y con la energía y curiosidad de conocer el mundo y tantas cosas que nos hacen darnos cuenta de que hay mucho que vivir y que no todo termina en nuestro edificio, nuestro barrio, nuestra ciudad ni tampoco en nuestro país; viajar y vivir fuera de nuestro entorno nos abre la mente y nos hace entender mejor la vida. Enhorabuena y desde mi perspectiva de varias décadas viviendo en Asia te aplaudo y te doy mis ánimos para seguir y siempre promoviendo la amistad y entendimiento entre todos.
Muhas gracias por tus palabras, Jesús 🙂