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Y a pesar de que Zimbabwe era un sitio de paso, para no variar, me surgieron por allí más alternativas de las esperadas. En Big Cave Camp coincidí con Ian, Storm y Geina (por si no te acuerdas, releéte Matobo NP), que amablemente me invitaron a su casa en la capi, con la promesa de pasar un sábado en familia: celebraban un garden party en la piscina con la familia de Storm, ¡súper plan!
La aventura no pudo empezar mejor: ¡hasta me recogían en Bulawayo: ellos iban de vuelta desde Victoria Falls, y yo pasé unos días allí tras el NP! Y tras unas horitas de carretera (que en un Mercedes se hacen mucho más livianas que en un bus, todo sea dicho), llegamos a Harare.
En casa de Ian y Storm
La casa de Ian y Storm, en un barrio conocido como Mount Pleasant, era un remanso de paz y de vida: en el jardín (que tenía incluso pista de tenis) me recibieron sus 2 gallinas y su gallo, sus 2 perretes (Thumballina y Jesica) y su gata. Y menos los pájaros, que todavía no aprecian mi compañía, todos estuvieron muy contentos de mi llegada y de que los acariciara.
Los días por allí fueron estupendos: paseítos mañaneros por parques de la zona (atención especial al Mukovezi NP, un “parque” dónde paseaban a los perretes y te podías encontrar girafas o ñus) y tardes cocinando (o esperando a ver qué cocinaba Storm mientras torpemente intentábamos ayudar) acompañadas de birras.
Garden party
¡Y llegó el día del garden party! Para el evento preparé un par de tortillas de patata, que se juntaron con un montón de salsas y quesos de aperitivos, frutos secos que el día anterior horneamos, ensaladas varias y el plato estrella: cerdo a la brasa, que Ian hizo en la barbacoa. La familia de Storm es numerosísima (teníamos previsto juntarnos unos 20), pero además es que era un plan al que también se sumaron familias políticas e incluso amigos, y el rango de edad fue entre los dos años hasta ¡bien entrados en canas! Tuve además algún contrincante por allí que me echó una carrera (y me ganó, que todo hay que contarlo): Ethan, el jovencísimo sobrino de Storm, además de correr se interesó mucho por eso de que yo corriera por el mundo 😉
Corriendo con Ethan
Los invitados trajeron muchas cosas para compartir: empezando por apertivos y terminando por… ¡Una gallina! Ant, el tío de Storm (o más bien su mujer), opinaron que en la casa cabía una más 😉 Eso o pretendían comérsela, jajajjaja, pero ¡menos mal que no lo hicieron! Doy fe que la gallina siguió viva y coleando hasta que yo me fui, y socilizando con las demás.
Dombosawa
El fin de semana pudimos hacer un par de excusiones: una a Dombosawa, dónde nos esperaba una tremenda roca de granito desde la que, una vez cumbrada (un paseo de una media hora), regalaba unas vistas imponentes; y otra a Ewanrigg, un jardín botánico a las afueras de la city.
En el jardín de Ewanrigg
Así que no sólo me quedé hasta la garden party, ni hasta que se volvió Geina a UK, tampoco hasta que hube recorrido todos los caminos de Harare… Me quedé todo lo que pude y prometo volver pronto, que me ha gustado mucho sentirme en Harare en familia 🙂